Más Allá del Vestido y las Flores:

La Inversión Invaluable en las Clases Prematrimoniales


En el emocionante torbellino de planificar el único «sí, quiero», entre la elección del lugar y el diseño floral, a menudo se subestima un pilar fundamental para un matrimonio duradero y bendecido: las clases prematrimoniales. Como wedding planner, he sido testigo de cómo estas sesiones transforman una ilusión en una preparación consciente. No son meros trámites, sino una inversión invaluable en el futuro de la pareja.

Recuerden lo que Proverbios 24:3-4 nos enseña: «Con sabiduría se edifica una casa, y con prudencia se afirma; y con conocimiento se llenan sus habitaciones de todo bien preciado y agradable».


Una de mis parejas, María y Juan, inicialmente las vieron como una obligación, pero terminaron agradeciendo el espacio seguro para discutir finanzas, expectativas familiares y comunicación bajo la guía pastoral.

Descubrieron que «el amor es paciente, es bondadoso» (1 Corintios 13:4), y esa paciencia se cultiva al anticipar y dialogar sobre los desafíos.


Estas clases equipan a las parejas con herramientas esenciales para construir una relación sólida basada en la fe y el entendimiento mutuo. Es donde la teoría de «dejar padre y madre» (Génesis 2:24) se vuelve práctica, preparando el terreno para que dos se conviertan en uno, con los ojos puestos en la eternidad. Es el cimiento que soporta el hogar que están a punto de edificar.

Scroll to Top